.-La familia pide ayuda urgente para dar con su paradero
Por: Martín Juárez Torres
Hidalgo, Tamaulipas, 30 de septiembre de 2025
La angustia y la incertidumbre rodean a la familia de Miguel Ángel Carreón Villanueva, de 45 años de edad, quien fue visto por última vez el pasado 23 de mayo de 2024 en el municipio de Hidalgo, Tamaulipas. Desde entonces, no se tiene noticia sobre su paradero, por lo que autoridades y familiares piden la colaboración ciudadana para dar con él.
De acuerdo con el boletín de búsqueda emitido por la Fiscalía General de Justicia del Estado de Tamaulipas, Miguel Ángel es de complexión robusta, mide 1.79 metros, pesa aproximadamente 89 kilos y presenta varias señas particulares que pueden ayudar a su identificación. Entre ellas destacan cicatrices por una quemadura en la espalda, así como tatuajes con los nombres “Isaac”, “Yanelly” y “Betty”.
El día de su desaparición vestía short deportivo negro con azul, sandalias tipo crocs grises y no portaba playera. Su familia teme que pueda haber sido víctima de un delito, ya que desde su ausencia no han recibido información alguna que ayude a esclarecer los hechos.
La Fiscalía Especializada en la Investigación de los Delitos de Desaparición Forzada de Personas mantiene abierta la carpeta de investigación y habilitó los teléfonos 911 y 834-318-6150 para recibir cualquier dato que permita avanzar en la localización.
Organizaciones civiles y ciudadanos también se han sumado a difundir el caso en redes sociales, recordando que cada reporte es crucial para encontrar a personas desaparecidas. La familia de Miguel Ángel insiste en que el apoyo de la comunidad es fundamental y hace un llamado a no permanecer en silencio ante cualquier pista que pueda llevar a su localización.
La desaparición de personas continúa siendo una de las problemáticas más sensibles en Tamaulipas, donde los colectivos de búsqueda enfrentan diariamente la dura tarea de encontrar a sus seres queridos. El caso de Miguel Ángel es un recordatorio de que la solidaridad y la empatía pueden marcar la diferencia en la vida de una familia.